— ¿Se
puede saber quién ha entrado? Os he dicho mil veces que no lo hagáis. Como le
pille se va a enterar. ¿Has sido tú Hood?
Se aparta dejándome a la vista.
Desentierro el rostro de entre las manos y levanto la cabeza. Tan sólo cubierto
con una sábana a partir de la cintura.
— ¿Baby?
—le aguanto la mirada un instante y bajo las escaleras sin decir nada.
Me siento en el sofá y me
recuesto en el hombro de Bells. Jess me ha dicho que últimamente las cosas no
van bien entre ellos. Sin darme cuenta él me acaricia el abdomen poco a poco.
No me retiro. Es agradable. No sé cuanto tiempo después PJ aparece por las
escaleras, ya vestido, con Amber tras de él. No es justo. Me levanto, aparto
las cosas de mi lado y me siento en el regazo de Bells, frente a frente y me
armo de coraje antes de besarle con toda la pasión que consigo reunir.
Siento un nudo en el estómago
cuando él mete las manos por mi camiseta y empieza a tocarme la espalda y el
vientre. Ignoro lo que dice el resto y tras un repulsivo rato algo tira del
brazo con brusquedad y me lleva hasta lo que sería la cocina, me lanza contra
la encimera después de cerrar con un portazo. Evito el golpe en el último
momento.
— ¿Se
puede saber qué estás haciendo? —grita rojo de rabia.
— Lo
mismo que tú con Amber —le respondo de igual manera.
— No
es lo mismo.
— Porque
tú lo digas. ¿Tú puedes estar con quien quieras y yo no? ¿Tú puedes hacerme
daño y yo a ti no? —me arrepiento al momento de decirlo y bajo la cabeza.
— Así
que es eso… —murmura—. Piensas que lo he hecho todo por hacerte daño.
— No
todo. Pero te has pasado. —empiezo a gritar de nuevo, necesito desahogarme— Es
culpa tuya. Si hubieses sido sincero, ahora estaríamos bien.
— Respóndeme.
¿Te habrías acostado con él solo para herirme?
— Mil
veces —le miento.
— ¿Lo
has hecho? —sé que le duele, pero aun así sigo haciéndolo.
— A
ti qué te importa. —cuando llego a la mitad del salón me vuelve a agarrar.
— ¿Con
quién fue?
— He
dicho que no te importa.
— Sí
me importa.
— ¿Por
qué? Atrévete. —Abre la boca pero no dice nada— Cobarde. —me giro un instante—
¿Quieres saber con quién fue? ¿De verdad? Pues te lo contaré. No tengo ni idea.
Me invitó a un par de copas y lo hicimos en el baño. Y no. No estaba borracha.
No he vuelto a saber de él; igual que no quiero saber más de ti. Ese solo fue
el primero. Quedaos la chaqueta, quemadla si queréis. Por mí como si se la dais
a la puta barata esa. Que nadie me siga —añado al salir definitivamente.
Vuelvo directamente a casa, me
encierro el resto del tiempo en mi
habitación, sin importarme el resto del mudo; tan sólo yo y mis pensamientos.
Vamos Silvia, que haces que no estas subiendo los demas capitulos ? <3
ResponderEliminarque tengo un seudónimo, coño
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