Translate

viernes, 5 de abril de 2013

Cap. 2 (Parte 2)


Al principio es muy duro, se me llenaba la cabeza de información que al día siguiente olvidaba. Poco a poco, me voy acostumbrando y, por mis buenos progresos, me permiten pasar un par de días en casa con la compañía de Frank.

El cambio de imagen no fue menos extraño, he tenido que empezar a usar ropa ajustada, pantalones más cortos de lo que jamás me imaginaría que iba a usar y el pelo, reconozco que esto sí me gustó. Llevo extensiones hasta la mitad de la espalda, exactamente iguales a mi pelo natural.

El reencuentro con mis padres es algo incómodo, pero a los pocos minutos se convierte en totalmente emotivo, lleno de besos y abrazos. Comemos todos juntos y me voy al Skate Park para ver al grupo tras coger la chaqueta.

Al llegar no me reconocen, pues empiezan a echarme todo tipo de piropos. Subidos de tono sobre todo. A medida que me voy acercando me miran más fijamente; hasta que Jess me reconoce y corre hacia mí a abrazarme.

    ¡Baby!

    Hola —tan solo llego a decir eso antes de que se me echen encima, excepto algunos pocos que vienen algo más rezagados, Hood que estaba en el tubo y PJ. Tiene a una pelirroja agarrándole del brazo, no es del barrio. Él tampoco hace ademán de acercarse, tan solo se queda observándome.

    Baby, vaya estás… —Hood no sabe qué decir.

    ¡Buenísima! —completa Bells guiñándome un ojo.

    Iba a decir rara.

    Prefiero lo otro —me río.

    Si no estuviese con Emma no te me escaparías. —le sonrío sinceramente y, ya calmados, pregunto a Jess, más apartadas.

    ¿Quién es esa? —señalo con la cabeza a la pelirroja.

    Amber —me mira un momento, sabe que no me basta con eso— llegó al poco de irte.

    ¿Qué hace aquí?

    Las cosas han cambiado. Sé que ha pasado poco tiempo pero... —suspira— Jonathan, el que hizo que te expulsaran, ha montado una banda. Se han unido casi todos los del barrio. Ya no es lo mismo, se están pasando, roban, asustan, incluso se nos ponen chulos.

    ¿Y eso qué tiene que ver con la tipa esa? —reconozco que no me sientan bien los celos.

    Llegamos justo a tiempo. “Blood of Steel”, como se hacen llamar, la tenían en un callejón. Oscuro. —remarca— La ayudamos y desde entonces no se ha separado de PJ ni un segundo.

    Pero no es de los nuestros. No lleva cazadora, ni siquiera número.

    Como si lo fuera. Está con nosotros siempre. B&S nos está amenazando —nos quedamos un rato en silencio y añade en un murmullo­—. Esta noche se acabará todo. Lucha de navajas, una de aguante—consiste en atarse de las muñecas con el contrario y el que aguante más gana. Es la más peligrosa de todas—. PJ contra el mejor de los suyos. El que gane se queda el barrio, el que pierda... bueno, se disuelve.

    Ni hablar —me levanto y hablo al grupo— ¡Ey! ¡PJ se libra, esta noche me la pido! —le siguen una serie de quejas.

    Deja tus jueguecitos, esto es serio.

    Soy la mejor —replico.

    Antes.

    Ahora pareces una niña pija. Seguro que no has cogido la navaja desde que te fuiste.

    Pero sigo siendo de vosotros.

    ¡Callaos! Baby no luchará — sentencia PJ.

    ¿Por qué?

    Porque yo lo digo. No voy a ver cómo te revientan. Al menos hoy.

    No me va a pasar nada.

    Yo mando, yo lucho.

    ¿Alguna vez escuchas algo que no sea el sonido de tu propia voz? —le grito.

    A mí no me levantes la voz —me responde de igual manera.

    Lo hago si quiero. Ya soy mayorcita. —los juegos de miradas cariñosos y burlones han dado paso a unos hostiles e, incluso, de rencor.

    ¡Separaos! —Hood se pone en medio y nos empuja a cada uno a un lado.

    ¿Por qué? Ella quiere luchar, dejadla. Si es capaz de poner todo esto en peligro por un capricho de niña, que lo haga. Tranquila, no lloraremos demasiado tu muerte —Amber, cariñosa y diplomática. Tal como aparenta.

    Mira niña, si alguien tiene que morir aquí esa eres tú. Ni siquiera eres de nosotros. Uno no entra por pegarse a alguien

    Alice —PJ me regaña, pero lo ignoro.

    Por lo menos yo no salí huyendo cuando más lo necesitábamos.

    No te incluyas en el grupo —me estoy poniendo roja de ira— No tienes ningún derecho a decir nada de mí. Si me fui fue precisamente por el bien de todos.

    Ya basta Alice —PJ me lanza contra Hood, que me coge de los hombros firmemente. Me revuelvo sin resultado. Amber se acerca y me susurra al oído.

    No me he juntado. Él viene todas las noches a mi casa para… divertirnos un poco. ¿Pero qué vas a saber tú? Tan solo eres una niña tonta. Nunca se fijaría en ti. Sabe que existes porque se ríe de las tonterías que le dices en los mensajes que le dejas —intento gritarla todo tipo de cosas, pero Hood me abraza con el doble de fuerza para que no me suelte y Jess me tapa la boca. Sigo retorciéndome, necesito desahogarme de alguna manera.

    Déjame, ya está —me libero de Jess y Hood afloja su abrazo. Me dirijo a todos—. Esta noche yo lucharé, me da igual lo que me digáis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario