A partir de ahora, subiré los capítulos enteros, sin importar lo largos que sean. Así agilizo esto ¿no?
Lo más sorprendente es que en
vez de separarme y darle una bofetada, no hago nada. Tan solo lo acepto y sigo
sin saber por qué, le respondo. Poco a poco, saboreando cada instante prohibido
y esperado, pongo las manos en su nuca y él las suyas en mi cintura. Me agarra
con fuerza y me empuja hacia él. Arqueo la espalda maldiciendo que sea invierno
por llevar tantas capas y no sentir su piel sobre la mía. No quiero imaginar
cómo hubiese sido al contrario, ahora siento una corriente eléctrica que me
recorre, pero si la porción de piel en contacto hubiese sido más amplia…
—
¡PJ! ¿Qué estás haciendo? —una voz aguda y
terriblemente familiar me perfora mientras que nos separamos rápidamente por el
susto.
—
Lo…lo siento, ahora mismo la echo y…
—
No —sólo una vez. Hago esto y habrá terminado—. Yo me
voy —salgo corriendo.
—
¡Alice, ven! ¡Alice! —me llama, pero no paro.
También oigo al resto del grupo
preguntar y a Amber pidiendo explicaciones. Consigo darles esquinazo y tras
pasar aparentemente el peligro suena el teléfono.
—
¿Ahora mejor?
—
Supongo —recupero el aliento—. ¿Qué querías?
—
¿Pasa algo?
—
No, nada. Tan sólo que me pillabas en mal momento.
—
¿Seguro? Suenas rara.
—
Sí, de verdad. Tan solo es que…me han dado un regalo de
navidad atrasado.
—
¿Qué te han dado?
—
¿Por qué me interrogas?
—
Porque me importas… ¿Te apetece que nos veamos?
—
Dios mío, un milagro navideño. Has dicho algo que
sentías —exagero para cambiar de tema. Oigo cómo se ríe y la culpa se apodera
de mí.
—
Bueno, ¿quedamos o no?
—
Lo siento, pero no estoy en Los Ángeles.
—
¿Cuándo vienes?
—
¿Tienes prisa?
—
Es que quiero darte algo.
—
No voy a acaptar un beso tuyo aunque llenes el
instituto de muérdago —se ríe más y me siento peor al recordar.
—
Eso sería un buen regalo, por si no me has comprado
nada, me refiero. Pero no es eso.
—
¿Entonces? —entro en casa y hago una señal a Frank para
que me siga. Le indico con quién estoy hablando y pongo el manos libres en mi
habitación con la puerta cerrada. Entre Anne y él conectan el móvil al
ordenador para localizar la llamada.
—
Es un regalo. Los regalos no se dicen. Pero bueno, creo
que tengo que dejarte…
—
¡No! —se me escapa.
—
¿Pasa algo?
—
Nada, solo que aquí me aburro. Háblame un poquito más,
anda.
—
Estás rara. ¿Qué es eso que te han dado que te ha
puesto así?
—
Es un regalo, los regalos no se dicen —le imito. Cuando
habla conmigo es él mismo y se ríe sin contemplaciones.
—
Vale, me lo merecía. Venga, di.
—
Dame una pista de lo mío.
—
No te lo voy a decir.
—
Una pista, sólo una.
—
Si tú me dices lo tuyo.
—
¿Lo que yo te he cogido?
—
Sí. Y…—piensa— lo que te acaban de dar.
—
Es mucho por una pista —Anne me hace una señal para que
continúe.
—
Es mi precio.
—
Eres caro.
—
¿Qué te esperabas? —hace una pausa— ¿Entonces cuando
vienes?
—
Pasado mañana. ¿Tú estás allí?
—
Sí, pero te echo de menos. Os —corrige—, os hecho de
menos. ¿Y tú?
—
¿Cuál de las dos cosas?
—
Ambas.
—
También os echo de menos, Colorado es muy aburrido.
—
Estoy seguro que si yo estuviese ahí a tu lado no pasarías frío.
—
¿Quién te ha dicho que tengo frío? ¿O que estoy sola?
—
No puede ser. ¿Me estás engañando?
—
Teniendo en cuenta que no somos nada…creo que no —la
pantalla del ordenador no se ilumina en Los Ángeles. Nos miramos entre nosotros
y decidimos que basta por hoy.
—
¿Estás ahí?
—
Sí claro, pero tengo que colgar. Se está despertando y
no quiero que me vea hablar con otro. Au Revoir
—
¿Otro? ¿Con quién estás? ¿Qué has hecho?—cuelgo y
empiezan las preguntas.
—
¿Por qué salía su ubicación en Miami?
—
Ha podido rastrearlo mal.
—
No, esto nunca se equivoca.
—
Siempre hay una primera vez para todo. Hacedlo de
nuevo.
—
Es tecnología muy avanzada. No es tan sencillo.
—
Pero... Intentadlo. Vosotros sabéis...
—
¡Basta ya, Alice! Admite que te ha mentido —estalla
Frank y voy al salón.
—
Lo siento mamá. Tenía que responder a una llamada
importante.
—
No te preocupes,
cariño. Lo entiendo —actúo saludando y salgo a la terraza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario